La importancia de la transparencia en la información.
Un día cualquiera del siglo XIX, en las grandes praderas americanas del Medio Oeste, un antropólogo neoyorkino recorre el país para estudiar a los nativos norteamericanos. Parte de su investigación incluye tomar fotografías de las diferentes tribus, sin embargo, no hay manera. Se niegan a posar durante lo que les parecen interminables minutos delante de esa horrible caja negra.
—Nos robará el espíritu.
A miles de kilómetros, en el recién industrializado Reino Unido, una familia campesina se niega a subirse a ese invento grotesco, que escupe humo encima de caminos de hierro.
—Tanta velocidad ha de ser insana.
Por supuesto, hay temores completamente racionales vinculados a riesgos reales. Sin embargo, los temores irracionales, en numerosas ocasiones están vinculados a lo desconocido, aunque no suponga un riesgo para nuestra integridad.
Las personas tememos lo que no entendemos, o no sabemos cómo funciona. Ésta es la razón por la que llevamos milenios poniéndole nombre a las cosas, si sabemos cómo se llaman la confianza aumenta. Lo desconocido, es un peligro. Sólo queda poner en marcha nuestras medidas de supervivencia: huimos, nos quedamos quietos, mostramos sumisión, o nos enfrentamos.
La información o cómo vencer el miedo a lo desconocido
Una de las principales causas de desafecto, de falta de alineación de los equipos en las empresas y entidades con las que hemos trabajado; tiene su origen en el miedo a lo desconocido, o más bien a lo oculto, a lo no mostrado.
Durante décadas de desarrollo organizacional el control de la información ha sido una de las principales palancas de cambio para ejercer distintas formas de liderazgo. Sólo la persona que tiene toda la información, tiene el poder de, arbitrariamente, administrarla para conseguir sus objetivos.
La falta de información, o de algún modo parcial, convierte al receptor en una persona más fácilmente influenciable, al tiempo que supone ciertos riesgos:
- deterioro de la comunicación interna,
- incremento de la desmotivación,
- pérdida del foco en los objetivos,
- posibilidad de realizar malas praxis,
- disminución de la productividad,
- o descontento de los clientes.
La incertidumbre provocada por el desconocimiento o la desinformación en los equipos de trabajo lleva a las personas a actuar con miedo. Cuando esta es la práctica organizativa, el control se concentra en quien tiene toda la información, al tiempo que se siembra la semilla de la desconfianza hacia la organización.
Puede que resulte de utilidad durante un tiempo. Sin embargo, al madurar es probable que la desconfianza germine en una falta de alineación con el propósito, la misión y la visión organizacional. Así cerramos el círculo, ¿Qué hacemos cuando tenemos miedo a lo desconocido? Es posible que esto genere una pérdida de talento (huida), un conflicto interno (enfrentamiento), una falta de productividad (parálisis) o de innovación (sumisión). Cuántas veces hemos oído frases como:
—Mis propuestas no se escuchan, estoy pensando en cambiar de empresa.
—Creo que esto podría hacerse de éste otro modo, pero ellos sabrán lo que hacen.
—Yo hago lo que me mandan, aunque no sé lo que ocurre después.
—Esto aquí siempre se ha hecho así.
La implicación con el devenir del proyecto se anula. Convierte a las personas que forman parte del equipo en meros engranajes, partes de un gran sistema. Reciben el movimiento de la rueda anterior, y la transmiten a la siguiente. De este modo, ¿para qué necesitan saber que están moviendo si son intercambiables?
—Mis propuestas no se escuchan, estoy pensando en cambiar de empresa.
—Creo que esto podría hacerse de éste otro modo, pero ellos sabrán lo que hacen.
—Yo hago lo que me mandan, aunque no sé lo que ocurre después.
—Esto aquí siempre se ha hecho así.
La implicación con el devenir del proyecto se anula. Convierte a las personas que forman parte del equipo en meros engranajes, partes de un gran sistema. Reciben el movimiento de la rueda anterior, y la transmiten a la siguiente. De este modo, ¿para qué necesitan saber que están moviendo si son intercambiables?

Transparencia a través de radiadores de información.
¡No quiero las cosas claras, las quiero transparentes!
Cuando en 2001 se construyeron los principios del manifiesto Agile, se rescató un término común para explicar casi una filosofía organizacional: transparencia.
Los marcos ágiles, son probablemente una de las fábricas más productivas de neologismos que hoy en día hemos incluido en nuestro vocabulario: pila de producto, trabajo en proceso, iteración… Sin embargo, una de las bases es una vieja palabra para una nueva forma de entender cómo relacionarnos. La transparencia total dinamita la teoría de utilizar la información como palanca de cambio. La creencia de que quienes controlaban la información, al abrir sus cajas de Pandora, generarían un caos anarquista, cayó por su propio peso. Y lo que inicialmente parecía una utopía, se convirtió en un sencillo axioma:
Cuando alguien tiene toda la información posible sobre algo, tiene total libertad para elegir.
Entonces el miedo se transforma en tranquilidad, certidumbre, pero sobre todo confianza.
Cuando una persona, libremente, decide unirse a un equipo, un proyecto o una organización, su incorporación se realiza de forma alineada. Posiblemente compartan propósito (misión y visión), porque está construida sobre los mismos valores. La transparencia, la confianza y con ellas la libertad.
En Exeria constantemente encontramos inspiración en el mar. Esta inspiración tiene aplicaciones para casi todo sobre lo que trabajamos. Un navegante de gran pericia, no podrá llegar a su destino si desconoce la ruta, carece de las cartas, y un compás adecuado para seguirla. No se alejará del puerto del que salió, y cansado de navegar las mismas aguas, atracará el barco y volverá a tierra.